El sonido del teléfono despierta a Mary Anne quien recibe con angustiosa las inquietantes noticias: los Wilkenson amigos suyos han aparecido misteriosamente asesinados y su único hijo ahijado de Mary Anne ha quedado huérfano. Recién divorciada y madre de dos hijos Mary Anne acepta hacerse cargo del muchacho pero pronto comenzará a sospechar que Joey Wilkenson guarda ciertos secretos detrás de sus oscuras fantasías.