Puede que resulte un poco complicado de leer, pero me gustó. Tal vez sean demasiadas hipótesis de un cartógrafo, pero es interesante descubrir según que cosas... aún con la certeza de que no se sabe si realmente será cierto.

El libro lo que hace es plantear hipótesis, algunas forzadas como dice momper pero al final de cuentas todo en este mundo son hipótesis, hasta que otra persona proponga alguna mejor, por eso nadie tiene la verdad absoluta. No creo que el libro sea malo, en algunas cosas al menos te deja pensando. Dado que la historia la escriben los ganadores yo no descalificaría un libro de historia como este que va contra la doctrina, aunque por supuesto hay que tomarlo con cuidado, como todas las nuevas propuestas. Vale la pena leerlo.

La Historia es como un conjunto de puzles, unos dejan ver lo que representan (estos son los hechos fehacientes), otros están tan incompletos que de ellos sólo quedan unas pocas piezas, que se pueden montar como se quiera; así, se han escrito libros sobre el descubrimiento de América por los egipcios, o sobre el origen sueco de Colón. En este caso podemos asegurar que en 1421 los chinos, poseedores de una flota capaz de dominar el comercio en el Índico, organizaron una serie de viajes de exploración que duraron dos años. Desgraciadamente los registros de estos viajes fueron destruidos cuando el país, poco después, cayó en el aislacionismo extremo. Por tanto, no se sabe adónde llegaron. Esto no arredra al militar retirado Menzies, el cual parte de una hipótesis (que los chinos descubrieron América) y le busca indicios, normalmente forzando mucho la interpretación de éstos. De tal modo, arma un puzle con casi nada. Llega a afirmar que los portugueses colonizaron Puerto Rico ¡en 1431! En fin, si la arqueología no le acompaña (que no lo acompañará), este libro pasará pronto al olvido.