“El sol y el acero” es una obra breve pero de una gran complejidad, por lo que su lectura requiere que el lector se empape del texto. Se trata de un libro profundamente filosófico; una obra que el propio autor define como “una especie de híbrido entre la confesión y la crítica”. Mishima bautiza a este híbrido como “crítica confidencial”, lo cual resulta bastante acertado, ya que, a pesar de que no se revelan muchos datos de la vida del autor, el ensayo tiene un marcado carácter autobiográfico.
La correspondencia entre el espíritu y el cuerpo es una constante a lo largo de las poco más de cien páginas que constituyen “El sol y el acero”. Así, el deporte tiene una especial significación para Mishima, especialmente el boxeo y la esgrima. De hecho, traza un símil muy certero entre la imaginación humana y el manejo de la espada en la esgrima.
Asimismo, la obra se centra en la juventud de Mishima, y en la percepción y conciencia de la muerte a lo largo de la misma. “El sol y el acero” es un ensayo con un alto contenido existencial. De lectura sosegada. (Ana Rayas, 27 de junio de 2014)