Libro muy aburrido que no despierta interés por seguir leyendo ni intriga por saber el final. Me costó terminar de leerle.No le recomiendo
hace 5 añosEn un lapso de apenas seis semanas, aparecen en Santa Teresa los cadáveres de dos hombres. Al primero, un investigador privado de dudosa reputación llamado Pete Wolinsky, lo han matado a tiros en lo que parece un atraco de trágico final. Al segundo, un sintecho que ha muerto por causas naturales, lo encuentran en la playa sin ningún documento que acredite su identidad; sólo llevaba consigo un papelito con el nombre y el número de teléfono de la detective privada Kinsey Millhone, a quien piden desde la comisaría que se acerque a la morgue para intentar identificarlo. Sin embargo, a medida que la investigadora va adentrándose en el misterio del muerto sin nombre, afloran algunas conexiones sumamente extrañas entre las dos muertes. Las aguas parecen calmas en la superficie de esta investigación, pero las profundidades ocultan traiciones, malentendidos y fraudes de fatales consecuencias. Kinsey, muy a su pesar, se verá envuelta en una situación comprometida.
Libro muy aburrido que no despierta interés por seguir leyendo ni intriga por saber el final. Me costó terminar de leerle.No le recomiendo
hace 5 añosEste es el tercer libro de esta serie que me leo, y no voy a continuar porque son todos muy sosos. No me siento intrigada ni emocionada por conocer a los culpables. No logro identificarme con la protagonista, por no hablar de lo absurdo que me parece escribir un libro en 2013 sobre una detective y ambientarlo en 1988: la autora no consigue transmitir los inconvenientes de estar "incomunicado" sin móvil o el mayor esfuerzo de trabajo que supone no poder acceder a internet para buscar información.
hace 9 años