Witold Gombrowicz escribió Trans-Atlántico entre 1948 y 1950, durante sus horas de trabajo en el Banco Polaco de Buenos Aires; es, pues, una narración "que mira hacia Polonia desde la tierra argentina", y lo hace "a través del Atlántico", de ahí la ortografía del título original y su restitución en esta edición. Fue creada en oposición a Pan Tadeusz, obra maestra de la poesía nacional polaca escrita por Mickiewicz, también en el exilio. Armado de la ironía y de la sátira, Gombrowicz fleta, en sus propias palabras, "una nave corsaria que contrabandea una fuerte carga de dinamita con la intención de hacer saltar por los aires sentimientos nacionales". Pero nada sería más erróneo que reducir esta novela a un discurso, ya que "Trans-Atlántico no contiene ningún tema fuera de la historia que allí se narra. No es sino un relato, un mundo relatado… que tendría validez sólo a condición de parecer alegre, multicolor, revelador y estimulante… Es un poco de todo: una sátira, una crítica, un tratado, un divertimento, un absurdo, un drama... pero nada de esto en forma exclusiva, porque, en definitiva, no es otra cosa sino yo mismo, "mi vibración", mi desahogo, mi existencia". Inspirada en el estilo sármata de la gaweda, narración oral de la nobleza polaca del siglo XVII, esta autobiografía barroca rica en invenciones verbales y juegos de lenguaje, se considera una de sus mejores novelas, tal vez la más polémica, y bastaría para acreditarle como uno de los más penetrantes, sutiles y feroces escritores de su tiempo.