He conocido recientemente a este autor de CF. Esta novelita excesiva y con pocos o ningún elemento de CF realmente, da que pensar. Da para vomitar a ratos también, porque el retrato certero de la degeneración de la civilización humana nos da donde más duele. Deja huella y cierta tristeza ver como los ricos habitantes de un rascacielos súper moderno no son capaces de mantener mucho tiempo la más elemental empatía con sus congéneres. ¿Una metáfora del mundo en general, que acabará devastado por nuestra estupidez? Deprimente punto de vista, que ha quedado plasmado en imágenes con la película High-rise de Ben Wheatley.
hace 8 años