Tras estrellarse un avión en el Támesis, a la altura de Shepperton, el joven piloto que logra salir a la superficie parece haber vuelto de entre los muertos. A las pocas horas, los buitres se posan en los tejados, una exuberante vegetación recubre las calles silenciosas, y los habitantes del lugar se desbocan, empujados por las visiones del joven superviviente, en celebraciones sexuales en honor de un clímax apocalíptico. En Compañía de sueños ilimitada Ballard despliega la extraordinaria imaginación que lo ha convertido en uno de los escritores británicos más aclamados de la segunda mitad del siglo XX.