Resumen

Los Ashby son terratenientes ingleses dedicados a la cría de caballos. Llevan una vida apacible capitaneada por la tía Bee, tutora de sus cuatro sobrinos tras el fallecimiento de su hermano y su nuera. El dolor por la pérdida de los padres y por la desaparición de un sobrino mellizo en extrañas circunstancias parece ya superado por días llenos de buena armonía familiar. Pero el mundo de los Ashby da un vuelco completo cuando un extraño llamado Brat Farrar llega al pueblo asegurando ser Patrick, el mellizo desaparecido. Él, unos minutos mayor que su hermano Simon, se convertiría en el heredero universal de la fortuna de los Ashby. El enredo está servido y más que bien sazonado, porque sabemos desde el principio que Brat Farrar es un impostor guiado por alguien cercano a la familia.

1 Críticas de los lectores

8

Publicada por primera vez en 1949, la narración gira alrededor de los Ashby, una acomodada y bien avenida familia inglesa que se dedica a la cría y doma de caballos. La tía Bee ha llevado las riendas de la propiedad durante los últimos años, desde que sus sobrinos (Simon, Eleanor y las gemelas Jane y Ruth) quedaron huérfanos.
Simon está a punto de cumplir veintiún años y heredar la hacienda, cuando inesperadamente aparece en escena Brat Farrar, un joven que dice ser Patrick, el hermano gemelo de Simon que desapareció y fue dado por muerto a los trece años. Patrick era el primógenito, y por tanto el heredero de la fortuna familiar. Y por si hubiese dudas sobre su identidad, Brat sabe todo lo que Patrick debería conocer... Ya está el misterio servido.
El lector juega con ventaja, pues sabe desde el primer momento que Brat es un impostor, pero su bondad y carácter hacen que te encariñes con él. Y el evidente parecido con Simon no deja de ser intrigante hasta el final de la historia.
Es una novela curiosa, coral, aunque desde que aparece Brat Farrar este se lleva buena parte del protagonismo. A mi entender, a pesar de que abundan los diálogos y no deja de haber acción en ese pequeño mundo rural inglés en el que viven los Ashby, destacan los personajes y su aspecto psicológico, y he disfrutado en especial de los pensamientos de Brat (en constante conflicto interno en busca de su identidad), ese monólogo interior que te hace empatizar tremendamente con él. La autora logra que una trama que, en principio, podía parecer rebuscada, se lea y sienta como verosímil. Y el desenlace me ha sorprendido, no tenía nada claro por qué derroteros se iba a inclinar.
Josephine Tey (seudónimo de Elizabeth Mackintosh) es conocida por sus libros de misterio. En este caso, yo la calificaría más como una novela familiar, aunque la intriga y el misterio estén presentes en forma de tensión constante a lo largo del libro, al igual que también tiene cierta dosis de humor que hace la lectura muy agradable.
Una obra muy británica, entretenida y bien escrita, que me ha tenido absorta durante toda la lectura. En mi opinión, muy interesante y recomendable. Ya estoy deseando leer algo más de esta autora.

hace 3 años