Lectura compleja. Creo que es fácil acabar el libro con una sensación de desconcierto, sin tener claro qué nos quiere decir el autor. Tengo una extraña idea, es como si Beckett hubiera creado a estos dos personajes que podrían ser el mismo, les hubiera dado órdenes, (Molloy ve a casa de tu madre, Moran ve a buscar a Molloy), y luego hubiera desaparecido dejando a sus personajes a su libre albedrío, exactamente igual que el Dios creador, según dicen algunos, nos dio unos mandamientos o normas de conducta y después se esfumó y nadie volvió a verlo. Así que Molloy y Moran piensan mucho, están razonando todo el tiempo, pero están perdidos, no tienen ninguna certeza, dudan de todo, acaban condenados a la inactividad y a la decadencia física. Pero esta idea mía es absurda, es imposible que un escritor no controle a sus personajes, solo la he manifestado como muestra de lo que le pasa a uno por la cabeza cuando lee determinados libros. En fin, la novela hay que tomarla como un alarde de libertad creativa.
hace 6 años