A medio camino entre la weird fiction y la literatura pulp, Miles de ojos se lanza en un vertiginoso viaje a través de carreteras en las que árboles y cuerpos se funden con el acero y el cromo. La novela tiene como epicentro a una subcultura de adoradores de la velocidad y el black metal, que pretenden utilizar un automóvil deportivo de 1970 como instrumento ritual para liberar a una misteriosa entidad capaz de transfigurar el mundo. Altares con restos fósiles y fotografías de accidentes, tribus postapocalípticas guiadas por mutantes que remiten al imaginario ciberpunk, una postal de la adolescencia en la ciudad boliviana de Santa Cruz contaminada por visiones del más allá: en este libro de Maximiliano Barrientos las fronteras que distinguen la humanidad de las máquinas, los paisajes naturales de los de la mente, el reino de lo vivo y de lo muerto, se diluyen definitivamente bajo el efecto embriagador de la aceleración.