A la detective Victoria Gonzalez le pagan anónimamente una generosa cantidad por investigar la desaparición de dos niñas. La policía encuentra el cadáver de una de ellas asesinada de manera brutal y cruel, junto con su ayudante, empezará entoncés la busqueda del culpable o culpables e intentará encontrar a la otra niña. La trama nos transporta a la Barcelona más sórdida y oscura. Aunque no ha terminado de gustarme especialmente la forma en que está narrada esta obra, si que es cierto que la autora ha sabido mantener un buen ritmo que te absorve desde el principio hasta el final. Lo que más me ha gustado han sido las descripciones de lugares y personajes, muchos de ellos, seres grises que arrastran dudosos pasados, como la protagonista que ha de lidiar con un caso de pederastia estando embarazada de seis meses y arrastrando un turbio pasado. También me ha gustado que Cristina Fallarás insinua más que enseña, tratándose de un tema tan atroz, no se recrea en detalles siniestros, sino que lo deja más bien a la imaginación de cada lector, al igual que los personajes, alude a sus pasados, pero nos deja más que trabaje nuestra imaginación, que lo realmente nos detalla de ellos. Ambientes sórdidos, personajes perversos, crímenes brutales, todo lo necesario para ser una buena novela negra, lástima que no haya acabado de conectar con el lenguaje que utiliza y sobretodo no me haya gustado el final, en mi opinión me ha faltado más claridad en la resolución.
hace 11 años
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