Resumen

Décadas de recorrer el mundo y preguntarse cómo contarlo. Martín Caparrós viaja de la selva boliviana donde se cuece la coca a las playas de Sri Lanka en las que los niños se venden por monedas, de los bombardeos aéreos de Belgrado a la bomba capitalista de Hong Kong, de las transexuales de Juchitán a los jirones de La Habana. En esos y otros confines del mundo mal conocido, Caparrós construye estas piezas de un género tan antiguo como nuevo: eso que llama Lacrónica y que se ha transformado en una de las formas más fecundas de la literatura en castellano. Son historias: grandes reportajes trabajados con las herramientas del relato, de la novela, el ensayo o la poesía para encontrar maneras nuevas de contar el mundo.