Me ha gustado este thriller psicológico. La ambientación es lo que más puntos ha ganado (una isla pequeña y solitaria, pocos habitantes, la llegada de una tormenta...). El autor ha descrito muy bien todas las situaciones, de tal manera que sientes que eres un habitante más de St. Kilda, pero sin llegar a ser cargante ni tener que saltarte algunos párrafo.
Tan vez el final es un poco abierto, para que cada lector deje volar su imaginación , pero es increíble lo que puede provocar la mente y la histeria colectiva.
Sin duda, continuaré con los libros de este autor.
hace 2 años
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