Una novela magnífica que invita a pasear pausadamente por la Córdoba callada y recorrer los caminos propuestos en la misma. Ese ejercicio puede convertirse en una especie de gymkana pues el callejero actual no coincide con él de entonces. Nos encontramos con una novela picaresca en que Quintín, el protagonista, vive múltiples peripecias y situaciones. Muy divertida e irónica. Llama a la ciudad de Córdoba, "la feria de los discretos", en una reflexión abierta al carácter cordobés aludiendo a una pasividad exagerada. La persecución por los molinos del Guadalquivir es trepidante. Recomendable y divertida
hace 4 años