Escrito en las postrimerías del apogeo del estructuralismo francés, este ensayo aborda el fenómeno fotográfico desde una perspectiva doble: un esbozo de metafísica de la imagen fotográfica y una reflexión marcadamente autobiográfica sobre su relación con la finitud, el decurso del tiempo y la muerte. Roland Barthes introduce una serie de conceptos definitivos para la reflexión posterior sobre este particular: la condición de "spectator" del sujeto que admira una fotografía; la obsesión del "referente"; el "studium" y el "punctum" como elementos connaturales de aquella; el "esto ha sido" y la diatriba entre una fotografía que reprima la pulsión de locura que su naturaleza dual propende a generar.
hace 10 años