Como libro autobiográfico puede tener valor. Ahora bien, llamarle a este libro, "libro de referencia del feminismo" es un insulto a la teoría feminista. Este libro normaliza la violencia sexual, habla de la prostitución como una "opción laboral" más, cuando las feministas sabemos que la prostitución es una institución fundacional patriarcal, una vulneración de los derechos humanos y una de las violencias más extremas que pueden sufrir las mujeres y niñas. En este sentido lleva conceptualizando el feminismo tres siglos, así que basta de revestir de modernidad al abuso perpetrado a las mujeres y de tergiversar los postulados feministas; que es, ni más menos, lo que la hace la autora a lo largo de este libro. Es un texto profundamente antifeminista. Si quieren formarse en teoría feminista lean a Kate Millett, Andrea Dworkin, Simone de Beauvoir, Celia Amorós o a cualquier teórica rigurosa que tanto han estudiado y luchado por la erradicación de las instituciones y prácticas patriarcales que subordinan a las mujeres. No se traguen cuentos posmodernos que exponen, bajo un halo de transgresión que a tanta gente confunde, ideas que legitiman y perputúan la opresión sexual de las mujeres.
hace 3 años