Washington Irving nos dejó una obra memorable en el conjunto de ensayos, novelas cortas y relatos que conforman su famoso The sketch book of Geoffrey Crayon, Gent, (1819-1820). Allí se recogieron por primera vez sus más célebres historias («La leyenda de Sleepy Hollow» o «Rip Van Winkle», entre otras ). Pero gran parte del éxito de este libro vino por una pequeña novela, titulada Old Christmas, donde Irving retrataba, de forma nostálgica y humorística, las celebraciones navideñas en una casa de campo inglesa. Este delicioso y olvidado clásico de las fiestas navideñas, que se presenta por primera vez en castellano de forma íntegra y con las ilustraciones de Randolph Caldecott, le ganó fama a su autor en Europa y fue una de las fuentes de inspiración de la célebre Canción de Navidad de Charles Dickens. Además, contribuyó a resucitar la tradición de la Navidad en Estados Unidos y construyó buena parte de la imaginería y del moderno espíritu nostálgico de estas fiestas en la cultura occidental. Su divertida lectura, junto a la de Dickens, merece ser una tradición navideña.