Qué vidas más duras y qué poco reconfortantes. No solo la de las mujeres, aunque especialmente la de las mujeres, también las de los niños y las de los hombres. La vida en la Italia en los 80 (aunque da la sensación de que todo transcurre antes, en los 60-70) no era nada fácil. La violencia era algo encarnado en la sociedad, aceptado y asumido. La violencia de género y la doméstica. Y uno carga con la fama de la familia, independientemente de cómo sea uno. La narración es fluida y te adentra poco a poco en la vida de Maria, una vida triste de niña poco agraciada y pobre, que destaca en la escuela y se engancha a eso para salir de esa vida triste. A eso y a su amigo Michele, hijo de una familia que el padre de Maria no soporta. Michele tampoco es agraciado, y el rechazo social que sufren ambos por no ser "guapos" les hace unirse en una amistad sin palabras, de las de andar por la calle sin necesidad de decirse nada. Los progresos académicos de Maria se entrelazan con la violencia de su padre, los cotilleos y supersticiones de las comadres del barrio, las penurias, el amor y el desamor, el odio hacia su padre, el tráfico de drogas, la prostitución... Nada glamuroso, la vida de cualquier barrio pobre español sería igual. En ocasiones el relato recuerda a "La amiga estupenda" de Elena Ferrante, esa sociedad en la que todos están pendientes (para bien y para mal) de lo que hacen los demás, ese aparentar. He disfrutado su lectura, pero no es un libro alegre, no es romántico, es más bien duro, con mucha tristeza y mucho dolor.
hace 4 años