Me ha encantado. Buscaré más libros suyos
hace 4 mesesCuando el joven James Alfred Wight, con 23 años y recién salido de la facultad en Glasgow, tomó posesión de su primer empleo como veterinario rural en Thirsk, Yorkshire, no sabía bien dónde se estaba metiendo. Y literalmente se estaba metiendo dentro de las vacas, desnudo de cintura para arriba, y, sobre todo, dentro de un mundo cerrado, a veces hostil, generoso, humorístico y fascinante, en un marco natural de belleza indescriptible. Desde entonces, en 1939, hasta su muerte en cincuenta años después, su vida se iba a fundir con su trabajo, en una pasión que se materializaría en 1969 en esta obra, uno de los mayores regalos que los lectores podrían recibir.
Me ha encantado. Buscaré más libros suyos
hace 4 mesesSin duda voy a leer muchos mas libros de Herriot, que bien me lo he pasado. Y que profesión tan admirable me parece la de médico veterinario, algo hay en ella de lo mejor de la raza humana. Son solo simples anécdotas de los primeros años de ejercicio de un joven veterinario rural en los años 30 del pasado siglo pero contadas con tal gracia y encanto que es un no parar de reir. También hay algún momento triste y emotivo, no podía ser de otra manera. Cuando uno acaba el libro tiene una idea muy clara de lo que significa el ejercicio de tan noble trabajo.
hace 7 años