Primavera de 1941, el teniente coronel Von Junge, seguido de cerca por el capitán Streicher, se adentra emanando furia en las entrañas de la prisión militar de Torgau. Una brutal tormenta azota el exterior del recinto; apenas comparable con la avalancha de amenazas, injurias y blasfemias con las que el oficial rocía a los vigilantes de la infernal institución penitenciaria alemana. La noche se ilumina con estremecedores relámpagos, al igual que los rostros de los siete reclusos que forman ante el siniestro oficial de la Wehrmacht. Todos ellos, sacados a la fuerza de sus celdas, cumplen extensas condenas por robo, asesinato, violación, deserción, insubordinación… un extenso catálogo de cargos sin redención posible. Su destino está sellado de antemano, apenas existe elección, la muerte en el patíbulo o el regreso al frente. Semanas después, el temerario capitán Wilhelm "Willy" Streicher lidera el singular comando suicida más allá de las líneas enemigas. Corre el mes de junio de 1941, la Operación Barbarroja acaba de ponerse en marcha. Streicher y los suyos no pueden faltar a su cita con la destrucción y el caos. La guerra contra Rusia les espera; una operación especial requiere de sus servicios. La violencia es su elemento, el brutal medio donde se mueven como peces en el agua.