Excelente libro, he disfrutado una barbaridad. Hay que tener en cuenta que es un libro de historia que se lee como si fuera un libro de relatos, no son ensayos. Un historiador riguroso no puede ni debe meterse en la cabeza de los personajes históricos, no puede intuir sus estados de animo, debe atenerse a los hechos y a los testimonios. Pero un novelista sí que puede hacer todo eso y es lo que hace Zweig, interpreta a los personajes, lee en sus almas, muestra sus esplendores y sus miserias, consigue que resulten profundamente humanos. Y todo ello narrado con la arrolladora narrativa de Zweig, con toda la intensidad emocional que suele ser habitual en el autor, un maestro en las distancias cortas. Lo díficil es decidir que relato me ha gustado mas. Destaco los momentos decisivos en las vidas de Cicerón, Händel o Woodrow Wilson, las batallas en Bizancio y Waterloo, las hazañas de Vasco de Gama y Scott o la narración de como se compuso La Marsellesa.
hace 6 años
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