Bajo este título se agrupan once relatos repartidos en dos partes. Por un lado nos encontramos con “Estos mundos”, que contiene ocho relatos protagonizados por mujeres viajeras que se encuentran fuera de su cotidianeidad y desde ahí profundizan en sus deseos e inquietudes más íntimos. Desconfianza, incertidumbre, contradicciones... todo florece en esas vacaciones exóticas que son también un viaje interior.
Son historias que transmiten sentimientos y emociones, llegan al alma del lector, que se identifica o entiende a esos personajes, únicos pero que a la vez comparten la naturaleza intrínseca del ser humano, que hace que en el fondo seamos todos mucho más parecidos de lo que creemos. De ahí esa M común a las protagonistas: Mara, Marie y Malak, Mayte, Miriam, Magda... Desde los lugares más bellos y singulares del planeta proyectan sentimientos encontrados y se enfrentan a sus miedos y monstruos personales.
Me han gustado muchísimo todos los cuentos. Desde el primero, en el que presente y pasado se entrelazan en Antequera, donde Marta se cuestiona su vocación artística; o ese encuentro mágico que se produce en el sótano de un centro comercial de París; o aquel en el que Marina anhela mimetizarse con las ballenas (“Ser una ballena, navegar sin pausa, residir en el inconmensurable silencio del azul, sin conciencia alguna; ser instinto y músculo, acto puro"); o el de Marisa, que ha sido incapaz de confesar que nunca ha amado a su marido en 40 años y su rabia explota en un crucero por la Bahía de Ha Long; o el viaje de dos amigas a África mientras la tercera está muriendo de cáncer.
La segunda parte, “Mundos futuros”, es consecuencia de este mundo presente que descuidamos y ya no parece tan maravilloso. La forman tres relatos en tono distópico que invitan a reflexionar y en los que encontramos, por ejemplo, una epidemia de suicidios o el sacrificio controlado de unos padres.
En conjunto son historias entrañables y muy bien escritas, en las que además se disfruta la ambientación en enclaves de ensueño de nuestro planeta. Su prosa absorbente atrapa desde el primer momento y contiene fragmentos bellos y profundos, para releer y subrayar.
Solo puedo decir maravillas de este libro. En mi opinión, son relatos excelentes en las que la autora da voz a las mujeres y sus sentimientos, y que denotan un gran conocimiento de la naturaleza humana. Una delicia de lectura que recomiendo sin dudar.