Este libro expone las experiencias infantiles que llevarían al propio Onfray a terminar interesándose por la teoría política, en general, y el anarquismo en particular. El autor explica y pone en valor los rasgos esenciales del pensamiento anarquista en un tono muy sencillo y comprensible para todos los lectores como ya hiciera en otras provocaciones como: "Tratado de ateología", "La fuerza de existir", "Cosmos" o "Antimanual de filosofía".