Libro dickensiano distinto de los más conocidos. Muestra, lógicamente, su preocupación por los más desfavorecidos: presos, enfermos, discapacitados, pobres en general, tanto de bolsillo como de mente. Es un relato de viajes totalmente diferente de los que podamos haber leído, al menos en mi caso. No se detiene, ni mucho menos, en paisajes y monumentos, aunque los detalla en cierto modo. Su interés está en lo , digamos, social, sin preocuparse lo más mínimo de las críticas que pueda recibir. Ataca frontalmente la hipocresía de los americanos, la barbaridad de la esclavitud y la obsesión por el comercio. Resumiento: si lo tomamos como un relato de viajes al uso, nos defraudará, porque son muy escasas las notas "turísticas". Si, por el contrario, lo asumimos como un anecdotario social, chapeau. En cualquier caso, léanlo. Yo lo custodiaré en mi librería con mucho cariño. ¡Ah!, se me olvidaba. Y denuncia el cinismo de la "leyenda negra".
hace 1 año