Micaela vive con su abuelo en la isla del faro. Como está siempre en la isla, nunca ha tenido ocasión de aprender a jugar a lo que los demás niños juegan. Cuando llega a la edad de empezar el colegio, sin embargo, el abuelo de Micaela le manda a vivir al pueblo. Y entonces Micaela va a descubrir todo un mundo.