Connelly realiza en esta séptima entrega de Harry Bosch un reencuentro de personajes repartiendo el protagonismo de la misma entre el propio Bosch y Terry McCaleb (Deuda de sangre). Asimismo, también le da una breve participación a Jack McEvoy (El poeta y La oscuridad de los sueños). Por lo demás, Conelly no defrauda creando una buena obra en la que Bosch se convierte en el principal sospechoso del caso y en la que se plantean interesantes reflexiones sobre lo que significa moverse en el filo de la maldad y las consecuencias que esto puede tener sobre las personas.
hace 11 años