En esta novela histórica, Rosario Raro me ha mostrado otra mujer con coraje, esta vez, a una mujer inglesa, Emily Hobhouse, que dedica su vida a luchar contra los actos falsos de patriotismo de los poderosos británicos, y gritando literalmente a quien quisiera oírla (casi nadie en su país, en la que la llamaban antipatriótica y cosas peores), que la guerra en el sur de África del Imperio Británico contra los descendientes de holandeses, los bóer, era una guerra atroz, y que sobre todo era una guerra por un interés económico. El dinero es el que vuelve una autentica fiera al ser humano. Hubo campos de concentración para civiles que me han dejado anonadada de cuánto horror como hay en el mundo, y creía ya que con saber los hechos de Hitler y de Lenin, había visto lo más cruel que se puede ser, pero no, aun compruebo que la maldad y la codicia no tiene límites ni nacionalidades. Emily Hobhouse es la activista que luchó contra la guerra en general y ésta, en particular, porque es la que estuvo en medio apoyando a las mujeres y niños bóer ((1899-1902) Esta mujer, Emily se codeó con gente muy importante que abogaban por la PAZ, tal como Karamchand Gandhi, Lev Toltói, y se enfrentaba a personajes poderosos tales como Cecil Rhodes, el que creo un país con su nombre, Rhodesia, mal enemigo para tenerlo enfrente. Le doy las gracias a Rosario Raro por seguir enseñándome partes de la historia que desconocía y de una forma amena, mezclándola con historias reales o ficticias que te dan un respiro y le dan al tema un punto importante de intriga.
hace 6 días