Una serie de desapariciones conmocionan la ciudad. La pista conduce hasta un siniestro caserón, apresuradamente abandonado por su propietario, donde se descubre un macabro reguero de cadáveres ritualmente mutilados. Se trata de un trabajo para el inspector Ronsarde, el brillante investigador de la Prefectura que se ha hecho famoso desentrañando los casos más difíciles y aparentemente ilógicos. En plena obsesión con el espiritismo, muchos aristócratas están dispuestos a pagar precios exorbitantes por supuestos contactos con el más allá. ¿Es posible que haya un criminal demente que esté cosechando cuerpos para realizar prácticas nigrománticas? Pero Ronsarde no es el único que sigue el rastro del criminal: también tiene intereses puestos en el caso su archienemigo, el señor de los bajos fondos que se oculta tras la personalidad pública de Nicholas Valiarde, joven heredero y marchante de arte.