Partiendo del hecho de que no me gustan demasiado los libros de relatos porque siempre me dejan con ganas de más y desearía que cada uno de ellos se transformara en una novela completa, debo decir que se trata de un libro muy recomendable, con unos relatos que van desde lo divertido a lo triste e incluso lo sobrenatural, pero con unos cuantos puntos comunes entre ellos, destacando por encima de todos la situación de las mujeres en cuanto al amor y, especialmente, el matrimonio: desde los matrimonios sin amor a los divorcios y a los deseos frustrados de vivir al margen de la sociedad, en todos los casos tratados con una gran sensibilidad y respeto hacia sus personajes, sin juzgarlas sino más bien comprendiéndolas y apoyándolas.

Un conjunto de interesantes relatos en los que se tratan algunos de los temas habituales de la autora: el matrimonio, la hipocresía social, la crítica del materialismo americano, los deseos que son sacrificados por culpa de la sociedad. En algunos de esos relatos adopta una actitud irónica, divertida y un tanto cínica, mientras que en otros se deja llevar por el pesimismo. Un aspecto que también destaca en sus relatos es su precisión narrativa y la perfección formal de todos ellos, en los que no se siente que sobre ni que falte nada. Los títulos de los relatos son: "Las fiebres romanas", "Los otros dos", "El último recurso", "Almas tardías" y "El grano de la granada" .Todos me han gustado mucho, pero los dos últimos son mis favoritos, a pesar de que "Los otros dos" destaca su divertida ironía, en "Las fiebres romanas" prevalece la sugerencia y en "El último recurso" adopta una actitud desengañada respecto al matrimonio y las emociones. El título de la obra alude a la importancia que en todos los relatos tiene una carta, que da lugar a situaciones y emociones diversas.