Nuevo caso del inspector Monfort junto con sus compañeros en un caso en el que nos da a conocer todos sus conocimientos musicales y mas lugares de Castellón. A mi es el que mas me ha gustado.

Nuevo caso del inspertor Bartolomé Monfort y Silvia Redó, que ha sido ascendida a subdirectora, en Castellón. La muerte por sobredosis, aparentemente, durante un concierto del cantante de un exitoso grupo de música indie, desencadena la investigación. Acompañados como siempre por los agentes Terreros y García, y del comisario Romerles,en esta ocasión van a contar con la ayuda de Robert Calleja, un agente de la policía científica venido desde San Lucar de Barrameda. La historia bien urdida y contada con maestría, se va complicando, y deja en jaque a la policía que no encuentra cabos para continuar la inventigación. Como es habtual Julio César Cano, a través del personaje de Monfort, nos invita a gozar de la buena cocina, los buenos vinos y la música, que se intercalan en la cotidianidad del personaje. El final de la novela es excelente y bien trabado argumentalmente. Aunque en esta ocasión, por lo menos a mí, me ha dejado la puerta abierta a la avidez de leer su próximo relato por razones que no puedo desvelar. Por último y a título personal, ha sido un goce emocional recorrer en la ficción, tantos lugares conocidos de mi querida provincia de Castellón y visualizar los escenarios donde discurre la acción. Como podréis imaginar recomiedo esta historia, y si no habéis leído las tres anteriores os animo a hacerlo.