El príncipe que fui” “es la deslumbrante narración de la vida frenética de Federico de Grau Moctezuma, de sus glorias y de sus fracasos, de su afán de ostentación, de su afición a la vista y al alcohol, de su ascenso y su caída, y de su oscuro retiro en un pueblo mexicano cuyos habitantes son los únicos que reconocen sus nexos con la realeza prehispánica.” No sé el género al que pertenece “Ese príncipe que fui”. ¿Historia novelada ? Porque Jordi Soler utilizó datos reales. El pueblo catalán Toloríu existe, y en Wikipedia se menciona que El barón de Toloriu, Joan Grau fue uno de los primeros conquistadores que llegó a Tenochtitlán junto a Hernán Cortés. Se casó con una de las hijas de Moctezuma de nombre Xipaguazin, que fue bautizada con el nombre de María y que murió en Toloriu el 10 de enero de 1537.2 También existe el pueblo Veracruzano de Motzorongo, donde su Alteza Imperial, Federico de Grau Moctezuma se exilió durante sus últimos días. También son ciertas las demandas que cientos de descendientes mexicanos de Moctezuma mantienen contra el gobierno mexicano por sus supuestos derechos monárquicos. Entonces, ¿El príncipe que fui” es la crónica sobre el último emperador Azteca? La verdad es que no importa el género, sino el extraordinario relato que nos cuenta Jordi Soler con una intensa y exuberante - tanto como la misma historia- prosa que te hace disfrutar las peripecias de su Alteza Imperial Federico de Grau Moctezuma, un estafador, borracho y vividor, que aprovechándose de la ambición de sus compatriotas españoles de añadir a su nombre un titulo nobiliario, aunque este sea más balín que el papel en que está escrito, hizo fama y fortuna. Me encantó, me divirtió, me impulsó a investigar un poco sobra los descendientes de Moctezuma, por eso se las recomiendo.