Fallas–Puerto de Valencia, 1999. El caso de la adolescente Vicenta Campos fue el primer accidente en el que un escúter arrolla a un tren de mercancías. Entre la sospecha y la verdad, nace la duda de que el cuerpo sin vida, aún envuelto en su vestido de fallera ha sido mancillado por un forense de origen catalán afincado en Valencia. Se inicia la cacería sin tregua del necrófilo. El reputado abogado Ibáñez combina la investigación del escalofriante suceso con estancias en sucesivos paraísos fiscales caribeños para lavar el dinero negro malversado a los caudales públicos por sus clientes, políticos corruptos. En ellos, la relación cómplice con su secretaria, Carlota, el lujo se convertirá en una fuente inusitada de revelaciones y constante peligro.