Acabo de terminarlo. Me ha costado hacerlo. Devoré la primera mitad del libro porque me resultó muy atractivo, fresco y lleno de ritmo. Pienso.., que a partir de la mitad.., el autor pierde gas. Mucho. Se repiten las analogías, se estiran mucho los diálogos, va perdiendo dinamismo y, personalmente, creo que el autor deja entrever (Patrick no me mires con esos ojos de vaca) un gran concepto de sí mismo a través de su personaje principal. Todo al final se soluciona porque es muy inteligente, y cómo no y el Alar, y blabla... Que no está mal, es lo estimable, no es ese el problema.., es.., que la narrativa, la emoción, el ritmo hasta llegar al desenlace de los conflictos.., baja tan precipitadamente que te lo esperas todo. Aburre y carga. A mí. Oyendo entrevistas y conferencias.., ratifico mi impresión de que se trata de un autor con talento y también.., con un maldito don para la procastinación.
hace 4 años