El hilo argumental de “El meteorito” es el ingreso en un hospital de un hombre “caído del cielo”, que viajaba en un avión que se accidentó en medio de un terrible temporal. El paciente, inconsciente, sin nombre, sin rostro ni memoria, provocará la reacción en uno u otro sentido de los que le rodean. ¿Quién era? ¿Por qué motivo tenía tanta prisa por llegar a su destino?... El cirujano que lo atiende será el receptor de las tres versiones que se generan sobre la identidad del paciente: la de la monja que lo cuida, a través de sus sueños; la del adivino, a través de su capacidad de percepción; y la del poeta, mediante su imaginación. Un solo cuerpo, tres posibles vidas, distintas pero con rasgos en común. Destacan las excelentes reflexiones y metáforas que contiene el libro. Además el vocabulario que usa el autor es muy completo y la traducción muy atinada. El grueso del libro es fácil de seguir, únicamente algunos monólogos del poeta son más complejos y requieren mayor concentración, sin ser inabarcables. Una lectura para leer con calma y disfrutar enormemente. (Esther Rodríguez)
hace 11 años