“El gran frío” de Rosas Ribas y Sabine Hofmann es una cruda historia donde la ignorancia, la pobreza, el fanatismo religioso, la superstición, el aislamiento y la ruindad de algunos seres humanos, crean el ambiente propicio para una serie de abusos y asesinatos.
Dos autoras, una diestra y otra zurda; una alemana y otra española. Dos autoras que se reparten los trabajos de investigación y de escritura, en el que Rosa Ribas escribe en español y se lo envía a Sabine Hofmann que escribe en alemán; y del trabajo de estas dos escritoras surge “El gran frío”, segunda novela de la trilogía sobre la España de los 50´s. Hace poco les comenté la tercera, “Azul marino” y me falta conseguir la primera, “Don de lenguas”.
La sinopsis de la novela nos cuenta que “Febrero de 1956. El invierno está siendo terrible, el más frío en España desde hace décadas.
Esto no será un obstáculo para que Ana Martí, ahora reportera de un popular semanario de sucesos, acuda a un remoto y aislado pueblecito del Maestrazgo aragonés para cubrir el caso de una niña a la que han brotado los estigmas de la Pasión.
El cura y el alcalde la reciben encantados ante la idea de que su “santita” se haga famosa en todo el país.
Pero ni don Julián, el escéptico cacique del pueblo, ni la mayoría de los habitantes comparten sus simpatías hacia la reportera.
Solo Mauricio, un pobre chico discapacitado y Eugenia, una extraña, pero sumamente inteligente niña, además de la atormentada viuda que hospeda a Ana parecen ser los únicos pobladores dispuestos a hablar con ella.
Pronto su olfato de periodista le dice que el caso de Isabelita no es el único suceso extraño que acontece en Las Torres, ese pueblo incomunicado en las montañas en la comarca del Maestrazgo, Aragón.
Me gustó mucho la novela. La intriga funcionó como una pieza de relojería, pues lo que se escondía atrás de la historia de la “santita Isabel” es una historia terrible e inesperada sobre los bajos instintos de la condición humana.
hace 5 años
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