Adolf Hitler no ha muerto en 1945. Los nazis dominan toda Europa y pretenden conquistar y someter al resto del mundo El Führer atraviesa el océano y se dirige, imparable, a la conquista de Nueva York, primer paso de su nuevo objetivo. En la bodega de su barco lleva preso al hombre que lo ha desafiado más allá de la provocación, al comediante que lo ha humillado y que detesta: Charles Chaplin. Décadas antes, otra embarcación, el Isère, parte con el mismo destino pero con un objetivo diferente: en sus entrañas transporta despiezada la Estatua de la Libertad; dentro de ella, oculto, Olivier Legrand, un polizón francés, busca una vida nueva con un viaje clandestino, escondido en la Libertad.