Delia vive con sus padres y sus cuatro hermanos en una minúscula casa de campo en la Italia de los años cuarenta. A sus dieciséis años, anhela dejar atrás la monotonía del hogar, que delata incluso la triste letanía del gramófono de la familia, en el que suena siempre la misma canción. Así pues, la muchacha decide seguir los pasos de su hermana mayor y tomar el único camino que le permitirá marchar a la ciudad y cambiar de vida: el matrimonio. El camino que va a la ciudad—publicada en 1942 bajo el pseudónimo de Alessandra Tornimparte—es la primera novela de Natalia Ginzburg, un texto de juventud en el que sin embargo ya se advierte el incomparable talento de la autora y que hoy presentamos acompañado de los relatos «Una ausencia», «Una casa en la playa» y «Mi marido», tan evocadores y certeros como las obras más conocidas de la narradora nata que fue Ginzburg desde sus primeros textos.