Las hay desternillantes : "No estoy borracho, ¿pero qué hace el techo en el suelo?" (Los hermanos Marx en el Oeste) Las hay filosóficas : "Nunca odies a tus enemigos. Afecta a tu juicio." (El Padrino) Las hay cínicas: "Los políticos, los edificios feos y las putas acaban convirtiéndose en respetables si duran lo suficiente." (Chinatown) Las hay perspicaces: "La gente de aquí es muy rara. Trabajan tan duro para ganarse la vida, que se olvidan de vivir." (El secreto de vivir) Las hay agudas: "Cuando se trata de sexo, los hombres no pueden evitar mentir y las mujeres no pueden evitar decir la verdad." (Una vez a la semana) Las hay demoledoras: "No era lo bastante fuerte como para resistir la corrupción, pero sí lo bastante fuerte como para luchar por un pedazo de ella." (La fuerza del destino) Las hay libidinosas: "Cuando soy buena soy muy buena, pero cuando soy mala... soy mejor." (Mae West en No soy ningún ángel) Las hay reflexivas: "La vida es una comedia escrita por un escritor sádico." (Café Society). Y las hay simplemente míticas: "Louis, creo que esto es el comienzo de una hermosa amistad." (Casablanca) o "Nadie es perfecto." (Con faldas y a lo loco). El cine nos ha regalado montones de frases inolvidables. Algunas se ha hecho célebres y han pasado a formar parte del lenguaje coloquial, otras son perlas recónditas. Este libro selecciona las mejores y a través de ellas repasa más de un siglo de grandes películas que forman parte de nuestras vidas.