Aurora tiene cincuenta y ocho años. Trabaja como médica de familia y hace seis meses que ya no vive con su marido. Siente un frío áspero en sus relaciones con los demás y una distancia cada vez mayor con todo aquello por lo que un día apostó. Amparada en la primavera, toma una decisión: la de escapar. Acompañada por sus libros y por los recuerdos, se enfrentará a un presente y a un futuro que no serán como ella espera. En una cabaña, sin cobertura y rodeada de montañas, luchará contra la nostalgia mientras comienza a conocerse a sí misma gracias al repentino espejo en el que tendrá que contemplarse: nuevas personas que evocarán viejas heridas y desgastadas relaciones que se acompañarán de inesperados senderos que transitar.