Cuando descubren el cadáver de Ben Rifkin, de tan sólo catorce años, en medio del bosque con tres puñaladas en el pecho, la paradisíaca comunidad de Newton pierde la inocencia de golpe. El ayudante del fiscal del distrito, Andy Barber, se hace cargo de un caso que se convierte en prioritario. Sin embargo, cuando su hijo Jacob, compañero de clase de Ben, es acusado del crimen, Andy no sólo perderá su trabajo, sino que verá cómo el mundo que tanto esfuerzo le ha costado construir empieza a tambalearse. Apremiado por una creciente ansiedad y convencido de que su hijo ha sido injustamente acusado, buceará en Facebook, interrogará a los compañeros de clase del chico, se enfrentará a su esposa Laurie y al infierno de sus orígenes y hará lo imposible para hallar un culpable que permita devolverle la inocencia a Jacob y la paz a su vida.
Defender a Jacob es un magistral thriller legal en el que William Landay cuestiona los límites de un sistema judicial en el que los niños son tratados como adultos, pero, al mismo tiempo, es una soberbia novela psicológica sobre la devoción paterna, que plantea la escalofriante pregunta que ningún padre quiere responder: ¿hasta qué punto conocemos a nuestros hijos?