Se debe tener respeto por toda obra, pues el mero hecho de que un autor concluya una historia es digno de encomio, y más aún lo es cuando se trata de una labor tan extensa y minuciosa como resulta "A la caza de Jack el Destripador". Toda lectura a su vez es subjetiva, y aquello que a un lector le agrada o, incluso, le fascina, deja indiferente a otro, y hasta le rechina. Dicho lo cual, señalaré que me costó mucho leer esta novela y tomarle el gusto a su trama, pese a que aborda un tema muy atrayente. No pude quitarme esa sensación de irrealidad que permea el libro. La técnica de usar a un personaje femenino narrando en primera persona me pareció un error. Un tributo excesivo a un público juvenil en detrimento de lectores de mayor edad. Considero que una historia potencialmente muy interesante se estropeó por esos permanentes toques de novela rosa que se le intercalan. El enamoramiento de la protagonista respecto de Thomas, el apuesto asistente de su tío el forense, me parece un ejemplo de esa orientación fallida del argumento. En fin, mucha fantasía teñida de rosa que, en mi modesto criterio, terminó destruyendo el corazón de la historia. Esa mezcla de géneros (romántico, misterio, gótico, etc) me hizo demasiado densa la lectura dejándome el sabor de que se desperdició una ingeniosa idea, que quedó eclipsado el talento, que por momentos nos muestra la escritora, y también su arduo trabajo de documentación sobre la época victoriana y los crímenes del destripador de Whitechapel.

Este libro le da otro punto de vista a la historia de Jack el Destripador. Ha estado muy interesante que la autora haya descrito con tanto detalle todos los entresijos de una autopsia (sangre, vísceras y huesos rotos). Creo que también a captado muy bien la esencia del siglo XIX, de tal forma que imaginas perfectamente la sociedad de la época y las calles y edificios londinenses. Un libro que entremezcla la historia, el misterio y un poco de romance. Aunque nunca llegué a empatizar con el protagonista masculino principal, creo que Audrey Rose y él forman un buen tándem.

Audrey Wadsworth es una joven de la alta sociedad londinense a la que le encanta la moda, pero no tanto los ceremoniales tés que comparte con las jóvenes de su edad y donde sobran los chismorreos banales. Ella prefiere ayudar a su tío Jonathan a realizar autopsias y aprender sobre la ciencia forense. Dedicación muy mal vista a ojos de la encorsetada sociedad victoriana y que ha de mantener en el más estricto secreto. La muerte de Mary Ann Nichols, una prostituta asesinada de forma brutal en Whitechapel pondrá a Audrey y Thomas Cresswell, alumno de su tío, tras la pista del asesino más famoso de la historia: Jack el Destripador. “A la caza de Jack el Destripador” de Kerri Maniscalco está protagonizada por una joven que desafía la estricta moral victoriana junto a otro estudiante igual de rebelde que ella. Saltan chispas entre ellos porque una y otro ponen a prueba su intelecto y sus capacidades deductivas. Una gran novela negra en la que la autora utiliza parte de la historia real de los crímenes y recrea otra para ajustar los hechos a la historia que ella quería contar. Cada uno de los cambios está profusamente detallado en la nota de autor al final del libro. Me ha encantado la química entre los protagonistas que se admiran tanto como se desafían, la cuidada ambientación, las fotografías de época incluidas en el libro y el giro que la autora da a uno de los casos más famosos de la historia de la criminología. Nunca sabremos quien fue Jack el Destripador, pero su sangriento recuerdo sigue marcando cada uno de los rincones de Whitechapel y el East End.

Un libro juvenil de interesante lectura, muy lejos de las historias de amor o ciencia ficción que hay. En particular no me gustaron los personajes principales; un joven demasiado pedante, todo el tiempo presumiendo y una joven que está desesperada por mostrarle a el y a todo el mundo lo valiente e inteligente que es, aunque se comporta como una remilgada. El libro está ambientado en el año 1888 así que el comportamiento de esta última resulta correcto debido al pensamiento de la época pero al no estar acostumbrada a leer este tipo de personajes me resulta chocante. Me gustó mucho la inclusión de las fotografías y como la autora logró unir la fantasía de su historia con la realidad de los asesinatos. En general buen libro, seguro leo la segunda parte.