Esta primera parte de la trilogía "Carne roja" nos descoloca la razón y nos anula el sentido. La historia principal parece sencilla y sin ninguna pretensión; una familia compuesta por el padre y sus mellizos y una chica descarriada, "adoptada" y aceptada entre ellos por compartir la misma pasión y secreto que lleva tantos años uniéndoles. Todo se gira en torno a un secuestro y mil matanzas de por medio, a base de sexo, desenfreno, desequilibrio mental y demás salvajismos envueltos en sangre y fluidos corporales. Es una historia brutal, transgresora y de la que nadie nunca logrará borrar de su pensamiento, confieso que me resultó totalmente alucinante y adictiva, sexual y sádica, una total y absoluta oda al pulp y al horror más absoluto a miembros amputados y gore por todas partes, siempre con abundante sangre y sexo. Increíble.
hace 6 años