Esta gran novela de aventuras narra una historia que nadie conoce: la de los españoles que, en el siglo XVIII, vivieron entre las riberas de los ríos Grande y Pecos. Colonizaron aquellas tierras y fueron los primeros en enfrentarse a un enemigo fiero e imprevisible: los apaches.
Porque mucho antes de que existiera el Far West, miles de españoles se establecieron en las tierras del salvaje norte de América y levantaron allí sus hogares. Hogares que defendieron los soldados más duros y olvidados de nuestro pasado: los dragones presidiales de Norteamérica.