Esta novela narra la historia de un pobre hombre, un médico que sirve como delator a la policía de un país comunista y que vive tras la que fuera conocida como “la cortina de hierro”. Atado de pies y manos, trata de salvarse, pero lo que hace es enredarse más y más. Inventa una conjura, se enamora de alguien con quien tiene una deuda -no socorrerla cuando era una niña- y cumple una promesa que acabará siendo la trampa que al final le lleve a la perdición. La historia la cuenta el propio protagonista desde una fortaleza que creemos al principio que es cárcel y al final, una vez que el régimen del país ha cambiado, percibimos como un lugar distinto a una prisión.