Yo me entere del último libro de Gay Talese, “El motel del voyeur” cuando su publicación en inglés (2016) provocó una verdadera polémica sobre la autenticidad de la historia o de las historias ahí contadas. Una investigación de The Washington Post ponía en cuestión el libro: Gerard Foos no pudo haber observado todo lo que dice que había observado porque su motel no fue suyo todo el tiempo que decía que lo había sido, aseguraban. Y, aunque Talese señalaba una y otra vez que era un narrador poco fiable, las cosas se podían comprobar en ocasiones y demostrar que no eran reales. El caso es dudar sobre la veracidad de los reportajes e historias de Gay Talese, uno de lo más grandes periodistas estadounidenses, fundador de lo que se consideró en su tiempo “nuevo periodismo”, autor de enormes libros, de los cuales yo he leído varios, son palabras mayores, de ahí la polémica tan grande que se armó. “El nuevo periodismo es una tendencia que nació en los años 60 en Estados Unidos en el que los periodistas entran a formar parte de la historia y la narran como si fuese un texto de ficción. Es decir, lo de leerlo como si fuese una novela no es un lugar común, sino la realidad. Todo se narra lleno de detalles, lleno de diálogo y el periodista lo cuenta todo desde dentro y lo vive.” Gay Talese siempre se ha jactado que el solo narra hechos reales que sucedieron, que el no escribe ficción, sino reportajes e historias verdaderas, sin ocultar sus fuentes y sin cambiarles los nombres a los protagonistas, y el debate periodístico insistir en que en el libro existían hechos que no sucedieron y cuestionaron la veracidad de su fuente principal, Gerad Foos. La historia es la siguiente: el protagonista, Gerard Foos, un voyeur, que para satisfacer su conducta había llegado al extremo de comprar un motel para convertirlo en el escenario de sus observaciones (Foos había creado unas falsas rendijas del aire que servían para observar desde el ático lo que pasaba en ciertas habitaciones seleccionadas), y que además, las dejaba puntualmente descritas en un diario. Después de la publicación de “La mujer de tu prójimo”, otro exitoso pero controversial libro de Talese, que también trata sobre las costumbres sexuales de los norteamericanos, hizo pensar a Foss que Talese podría estar interesado en conocer los resultados de su voyeurismo. En 1980 Talese acude a conocerlo, y mantuvieron una relación por muchos años sin decidirse ninguno de los dos a publicarlos, hasta que 36 años después, aparecen bajo el título “El motel del voyuer”. Es obvio que una obra como esta hubiera escandalizado al mundo en los 60´s, 70´s y quizá hasta mediados de los 80´s, pero los comportamientos sexuales que narra el hotelero, y sus conclusiones (se creía un investigador de la conducta humana) ya no incomodarían ni a niño de 13 años. El libro es entretenido, y nos puede llevar a reflexionar sobre los limites de nuestra privacidad, y también como ha cambiado nuestro comportamiento sexual y como nos hemos enfrentado y adaptado a estos cambios. A mi no me queda duda de que “El motel del voyuer” es un excelente relato, más allá de polémicas sobre su valor como reportaje periodístico. Se los recomiendo, se lee fácil.
hace 4 años