Se narra la trayectoria profesional de sus dos protagonistas principales, pero con la peculiaridad de sus respectivas personalidades, que son contrapuestas y que me han supuesto el foco de atención principal por el que me ha enganchado esta historia. Por un lado, la forma de ser de Peter Keating, un joven con incertidumbre, vanidoso, temeroso y buscando el reconocimiento profesional y social. Por otro lado, la forma de ser de Howard Roark, más indiferente y distante social, con cierto analfabetismo emocional, cuya personalidad le ocasionará ciertos desajustes con compañeros y jefes, y le hará perder empleos. Poco a poco, cada uno irá encontrando su camino en la vida e irán encauzando sus respectivos objetivos. Una novela creativa, pero con varios pasajes poco realistas, que ensalza el individualismo frente al altruismo, las convicciones propias frente al moralismo, el amor interesado frente a la pasión cohibida. Una almagama de personajes que enriquecen la historia, pero sin caer en el tedio. No obstante, he echado en falta una prosa más elaborada y me ha sobrado algunas páginas que no han aportado nada a una novela que marcó una tendencia filosófica en su época. Es un libro que puede enganchar pero también puede crear rechazo o indiferencia. A los que nos ha gustado, hemos disfrutado de frases muy elocuentes y de una historia un tanto genuina.
hace 4 años
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