Edda Menor fue escrita en 1220, en un período de gran esplendor de las letras islandesas antiguas. Es la obra más coherente y sustanciosa que se conserva de la sorprendente poesía cultivada durante siglos por los escaldas escandinavos. Concebida primariamente como una preceptiva dirigida a los jóvenes escaldas dedicados al aprendizaje del arte poético, la obra no es sólo un manual de iniciación a los recursos formales de que se vale la poesía escáldica. Es también, y a ello se debe su mayor atractivo, la mejor introducción al sugestivo mundo de la mitología y las leyendas heroicas del viejo norte escandinavo y con ello de todo el área antiguo-germánica en general. Odín, el sabio y aristocrático dios de la guerra, señor de Valhalla y de las valkirias; el forzudo Tor, triturador de gigantes; las diosas Frig y Freya; Bálder el bueno; el pérfido Loki; el lobo Fénrir que devorará a Odín en la lucha final del Ocaso de los Dioses; la serpiente del Mídgard, que rodea todas las tierras y se muerde la cola, y tantos y tantos otros dioses, monstruos, brujas y enanos que hallaron cabida en el ámbito de las creencias precristianas son presentados en una bien organizada exposición en la que no faltan notas de humor. Entre los relatos de corte épico legendario recogidos por Snorri Stúrluson ocupa un lugar destacado la historia que tiene como centro la figura de Sígurd, el héroe que supo matar al dragón Fáfnir y apoderarse así del famoso tesoro de los nibelungos.