Hace muchos años me regalaron un libro de Paul Auster y no me dijo nada, pasó sin pena ni gloria. Por lo que, a pesar de ser un escritor aclamado, nunca leí ningún otro de él. Me decidí a leer éste, el último que escribió antes de morir, dar otra oportunidad porque también es verdad que han pasado más de 15 años desde entonces, yo ya soy otra y llevo muchas más lecturas a mis espaldas. Y me ha gustado mucho. Es un libro melancólico, pero también tiene un punto de luz. Baumgartner es un personaje entrañable. Y tengo que decir que me ha encantado la forma de escribir de Auster, existencialista y con multitud de reflexiones interesantes. Muy destacable el arranque, cómo sabe narrar una escena cotidiana de la vida, creando interés e incluso alguna carcajada. En definitiva, es un libro triste pero bonito a la vez.
hace 2 semanas