Todo un clásico de la literatura inglesa con galones más que merecidos y cuya lectura se antoja imprescindible.
El sabor inicial de novela de aventuras abre paso de inmediato a una narración con un trasfondo de lo más profundo y sustancial. La convivencia de un grupo de muchachos en una isla desierta tras un accidente aéreo le permite a Golding articular una fábula en la que civilización y barbarie entran en colisión. El lector se adentra en una situación extrema a través de los ojos de unos niños que, en ausencia de adultos, se ven obligados a organizar su existencia como creen que aquellos lo harían, a trazar ellos mismos su presente y su futuro. En este contexto, la razón, la bondad y el orden se oponen a la maldad y la crueldad.
Una novela sorprendente y asfixiante en la que Golding ahonda en lo más tenebroso del alma humana, sacudiendo a un lector que llega a la última línea sin aliento. (Ana Rayas)