"Te estaré vigilando..." Tess no puede olvidar las últimas palabras de Gordon, el hombre que la llenó de terror y que llevó a la muerte a la mujer a la que ella quería como a una hermana. Ahora, Gordon está muerto, pero de alguna manera su fantasma parece seguir atormentándola, con e-mails, llamadas de teléfono en mitad de la noche, persecuciones en las calles oscuras... Tess sólo encuentra ayuda en el abogado Reed Winston, que pronto se convierte en algo más que un amigo. Ambos sospechan de Jonathan, hermano gemelo de Gordon y, como él, obsesionado con Tess. Pero la única certeza que tienen es que cualquier hombre que se acerque a la joven puede acabar muerto, víctima de un misterioso asesino que parece decidido a todo. Y Tess, una psicóloga expermientada que aconseja a decenas de personas cada día a través de su programa de radio, no puede hacer nada para sentirse segura ella misma.